Hace ochenta años, el 15 de octubre de 1940, el calendario español se vistió doblemente de duelo por las casualidades de la fatalidad. Porque al amanecer de ese día fusilaron contra un muro del castillo de Montjuic al Presidente de la Generalitat catalana, Lluis Companys, y se suicidó en la ciudad francesa de Montauban Felipe Gómez-Pallete Mezquita, médico personal del Presidente de la Segunda República Manuel Azaña. Sin duda alguna llegará la hora de tributarles honores de mayor reconocimiento social y reparación moral al abrigo de la próxima Ley de Memoria Democrática, irreversible e indeleblemente. El hoy embajador de España en París, José Manuel Albares, persona de gran sensibilidad, hace unas semanas quiso muy acertadamente que su primer viaje institucional fuera a Toulouse, por su significación histórica; un año antes había acompañado como Secretario general de Asuntos internacionales al Presidente Pedro Sánchez en su visita al cementerio de Montauban con motivo del 80 aniversario del exilio. No sobrarán distinciones a la Memoria en tiempos de vileza revisionista y tanto vilipendio vomitado por la derecha extremadamente ultramontana...
«De historia e intrahistoria: Companys y Gómez Pallete», en infoLibre, 27 octubre 2020, y en Asociación Manuel Azaña, 2 noviembre 2020.
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