Ciertamente algo grave hubo de suceder en el otoño de 1926 para que el gobier- no de Mussolini decretase la expulsión de Italia por vía expedita de un joven español, lector en la Facultad de Letras de la Universitá degli Studi di Genova. Se trataba de Juan Chabás y Martí (Denia, Alicante, 1900–La Habana, 1954), becado por la Junta para Ampliación de Estudios como docente en la cátedra del hispanista Antonio Restori. Había llegado a Génova al atardecer del 26 de septiembre de 1924. Se alojó en el Hotel de Gênes, en el número 20 de via Balbi, muy cerca de la Superba, el mismo donde se dice que estuvo Giacomo Casanova. Entre sus méritos: la for- mación académica en la Alianza francesa de Madrid, dos licenciaturas en Derecho y Letras y labores en el Centro de Estudios Históricos, dirigido por Menéndez Pidal, además del conocimiento de la lengua italiana, avalado por sus traducciones de Luigi Pirandello y Benedetto Croce, antes de cumplir los veinticuatro años. Era autor de un poemario titulado Espejos (1921), de versos en revistas vanguardistas de los primeros años veinte (Cervantes, Vltra, Tableros y Horizonte), y de algunos más en España y en el suplemento de la murciana La Verdad, destinado al libro Ondas, que dejó inédito; sin olvidar la media docena de ensayos, entre ellos los aparecidos en la coruñesa Alfar en 1924, dedicados a Juan Ramón Jiménez, a los hermanos Machado y a Gabriel Miró, reunidos luego en Vuelo y estilo (1930). Precisamente, fue a Miró, maestro y amigo, a quien confesó la grata acogida que tuvo por parte del claustro universitario, sus primeras impresiones de la ciudad y la intuición de que su estancia en Italia iba a ser decisiva para su formación y vida. Sin duda alguna lo fue, y en gran medida...
«Juan Chabás», en Vislumbres, Roma, Embajada de España, 2021
Página 215-220.
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